Hablemos del juego y su poder
EL JUEGO COMO VEHÍCULO DE APRENDIZAJE
El entorno de un niño debe caracterizarse por ser rico y variado en cuanto a los estímulos que lo componen. Estímulos como la música, la actividad física, el explorar nuevos lugares, la interacción con las personas, favorecerá la posibilidad de que ese niño o niña se convierta en un adulto competente y feliz, responsable, capaz de adaptarse.
El juego facilita el acto creativo, la imaginación. Permite la regulación
emocional y ayuda a que las personas canalicen mejor sus emociones.
El jugar con los niños, exponerlos a sonidos, ritmos, al contacto, a que
busquen soluciones, a conducirlos para que acaten las reglas, para que esperen su turno, admitan que ganaron o que perdieron, los entrena en lo socioemocional y les permite estar en grupo.
JUGUETES SUGERIDOS PARA LA EDAD
Es importante seleccionar los juguetes de nuestros niños. Cada etapa tiene sus retos. Los juguetes deben asociarse al período evolutivo en el que se encuentran los niños. Cada juego o juguete demanda determinadas habilidades y competencias. Es clave adecuar los juguetes a quienes harán uso de ellos.
0-1: exponerlos a diversas texturas, juguetes que favorezcan la acción causa y efecto (pelotas, maraquitas)
1-2: juguetes tipo rompecabezas, tacos, encajables, siempre de un material liviano, preferiblemente plástico hueco.
2-3: juguetes para dramatizar (juego simbólico) como cocineras, disfraces,
muñequitos, herramientas.
3-4: juegos que estimulan el área sensorial como juego con arena, luces.
5-6: memoria, juegos de lógica, secuencias, juegos de carreras y
competencia.
Jugar reafirma las relaciones con nuestros niños, los alegra, los motiva,
les permite ver otro aspecto de los adultos que los rodeamos.